miércoles, 2 de octubre de 2013

La lección del interior

Si te sientes menospreciado, perdido, solo, recuerda que tienes una misión y que por sutil que ésta sea, es muy importante para el cumplimiento de todos los ciclos del planeta y del universo. Y cada instante es una nueva meta por cumplir. No te desesperes si no encuentras respuestas inmediatas a tus preguntas, ten paciencia porque todas tus preguntas son escuchadas siempre, y todas tienen respuesta este tiempo que es el tiempo de Dios. Todas tus peticiones son concedidas en este tiempo, que es el tiempo de Dios. Todo lo que platicas es replicado en este tiempo, que es el tiempo de Dios.

Tu sintonización de receptividad cambia como cambian los tiempos, como cambia la luz durante el día y durante el año, así entonces, debes aprender a reconocer en todos esos cambios sutiles de tu percepción (tuya, porque Dios es permanente, infinito y constante como la Energía). Debes darte cuenta de que cuando parece que estás solo, es sólo que estás viendo a Dios desde detrás de tu cortina, tú tienes el poder de moverla, tú puedes tocar a Dios siempre y en todo momento, tal cual Dios te toca siempre y en todo momento con su luz, su poder, su infinito amor y su energía.

Desarrolla la paciencia, desarrolla la versatilidad de percepción, pues no siempre tendrás la misma forma de ver el Universo y la diferencia en la percepción te podrá hacer sentir inseguro. Siéntete tranquilo, es tan sólo una estación de tu vida y nunca es mala, siempre es buena, sólo que diferente, con otro color, con otras temperaturas, igual que las estaciones del año, las cuales son todas hermosas y todas contienen a Dios en sus fabulosas diferencias. No creas, ni esperes que Dios te hable siempre con la misma intensidad o forma, dale permiso de jugar con tus propias capacidades y descubre en ti las variadas formas de recibir su amor y sus respuestas. Descubrirás que nunca has estado solo y sabrás por fín que nunca podrás estar solo, jamás, pues no importa cuán oscura parezca la noche o cuán frío parezca el invierno de tu vida, siempre está Dios ahí contigo para cuidarte.

Tu misión en el juego de la vida siempre es sentir, es por eso que Dios te permite pasar por todos estos filtros, para que puedas ser testigo y parte de su magnífica creación. Acéptalo, exhala tu tensión y miedo, e inhala el amor y la tranquilidad de que todo tiene su razón de ser. Continúa con tus planes y mantén fuerte tu fé como siempre, para lograr tus objetivos; esa es una regla que nunca cambia.

Cuando piensas que todo acabó, que no hay a dónde más ir, que no hay más puertas qué tocar o abrir, es el momento de aprender la lección del interior, de que las expectativas que te has hecho en la vida han sido formadas con elementos que tú no controlas, y ahí está el punto principal de esta lección, ahora es momento de tú mismo controlar tu vida y crear tus propias puertas, tus propios caminos, tú siempre has tenido el poder, no te falta nada para hacerlo, más que decisión: Aquí y ahora es el momento. Ésa es la lección del interior, la lección de que el universo lo creas tú desde tu interior, por eso no debes esperar que “las cosas se ajusten” para ti, pues siempre están listas, aunque no parezca, y ahora mismo es el momento de crear tu propia realidad, en armonía con Dios y el resto de su creación.

No hay modo de hacerlo mal o de afectar a otros de ningún modo en absoluto, no te detengas por creerlo así, pues el Universo sólo se puede crear desde tu interior con amor, con la compasión natural de Dios, no hay “pierde”, no temas afectar a nada ni a nadie, no creas que existe la carencia, no creas en los que te dicen que así no es… (Ellos también son seres humanos aprendiendo, déjalos llevar su propio proceso). Y así mantén tu fe. Este mensaje es para ti. Disfrútalo sin correr, que el Universo no tiene ninguna prisa, y tú tampoco, entiéndelo ya.

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