lunes, 20 de diciembre de 2010

Mis ángeles huelen a miel.


Hoy mis ángeles huelen a miel. Tengo un dolor, algo en el pecho, se me oprime, es depresión. Sin embargo siento un constante abrazo. La gente me dice cuánto me ama, Las canciones que suenan a mi alrededor son de paz y esperanza. Dios realmente me cuida y me insta a respirar. Tengo un constante olor a miel en mi nariz. Me gusta su dulzor, su energía, su calidez, es de amor paternal, de amor fraternal, de amor puro. Entiendo que requiero un leve tiempo en lo que mis hilos emocionales se curan. Mis ángeles huelen a miel mientras trabajan en mí, en mi corazón. Y todo a mi alrededor es dulce, como un convaleciente a quien no hay que molestar. Gracias Dios. Y Aunque el dolor está ahí y decido sacarlo de mi sistema, para ayudarte a ayudarme… espero paciente y aprecio con todo mi… corazón… tu amor. Gracias.

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